Que un equipo funcione es cuestión de confianza.
Diseñar una web es un trabajo de equipo. Se necesitan perfiles diferentes, especializados y concretos: diseño, contenido, desarrollo… La confianza en cada uno de ellos, en su profesionalidad y su trabajo, es básica para que el proyecto salga adelante con éxito.
Si estás encima de tus colaboradores, si tienes que supervisar absolutamente todo lo que hacen, si controlas sus tiempos y formas de manera exhaustiva, el equipo no estará bien cohesionado, se generarán nervios y sospechas y el proyecto acabará acusándolo.
A la hora de formar un equipo, lo más importante, más que los currículums, más que la reputación o la trayectoria, es la confianza que te inspiren las personas, profesional y personalmente. Una vez conseguido esto, el resto viene rodado.